Mi amor por la lectura viene desde muy pequeña, tanto que cuando aún no sabía leer, me aprendía de memoria los cuentos.
Escribir, durante mucho tiempo, me parecía fuera de mi alcance, hasta que un día decidí arriesgarme y empecé a enviar relatos, cuentos y alguna poesía a certámenes y concursos de literatura.
Mi constancia se vio premiada y gané el V Certamen Literario «Corcel Negro», con Amada vida mágica. A esto le siguieron varias publicaciones en antologías en Sudamérica, sobre todo en Argentina y Uruguay, y, con ellas, una gran inyección de optimismo que me ha hecho seguir haciendo realidad mi sueño.